JEAN-BAPTISTE HENRI LACORDAIRE
Abogado de la
Universidad de París, se inscribió en el enciclopedismo, pero la lectura
de le llevó de nuevo a la fe (1823). Se hizo sacerdote en1827 y
formó parte de la redacción de L’Avenir, ("El Porvenir").
Trazaron un programa sobre el pensamiento social
cristiano. L'Avenir tuvo un gran impacto en la opinión pública,
abogaba por la renovación de la Iglesia.
A partir
de 1834, se dio a conocer como orador en las
conferencias cuaresmales de Nuestra Señora de París. Lacordaire
sublimó el romanticismo de su época, supo encontrar la oratoria adecuada para
conmover al auditorio que lo escuchaba, en una generación que era escéptica,
pero buscaba lo divino y lo humano. El deseaba explicar su pensamiento sobre
los derechos, los efectos y las reivindicaciones de los hombres y los pueblos,
su pensamiento sobre la libertad, el progreso, el salario y
el capital, que para esa época eran las cosas modernas.
Lacordaire
consideraba que el cristianismo debe brindar felicidad a los hombres, paz a las
naciones y progreso a la humanidad, que la libertad que Cristo trajo al mundo
es para la igualdad y la fraternidad.
El 5 de
marzo de 1835, el Padre Lacordaire volvió a hablar desde el púlpito,
esta vez en la Catedral de Notre-Dame, con más de 6.000 personas como
auditorio. Su prédica armonizaba la palabra con la inteligencia, hacía vibrar
las fibras espirituales de la intelectualidad, y muchos que no eran católicos
iban a nutrirse de la sabiduría de este sacerdote que conmovía con sus palabras.
En 1839 recibió
en Roma el hábito de santo Domingo y regresó a su patria,
donde dedicó los últimos años de su vida a la consolidación de la Orden de
Predicadores, logrando restaurar esa orden en francia después de haber estado
proscrita por casi 50 años. Durante algún tiempo su labor estuvo dedicada a
promover y despertar vocaciones sacerdotales para los Predicadores, orden que
dirigió en dos ocasiones.
El Padre
Lacordaire fundó el periódico L’Ere Nouvelle (La Nueva Era), del cual
fue su primer Director. Los ideales que sustentaron al anterior
periódico L'Avenir sirvieron de base y como fermento para la creación
de un movimiento político demócrata-cristiano, dirigido por laicos y religiosos.
El Partido de
la Confianza, así se llamó dicho movimiento demócrata cristiano. En su
programa defendía la legitimidad de la República, apoyo a los proyectos
democráticos del gobierno, llevar representantes cristianos a la Asamblea
Nacional Constituyente, además defender la Justicia Social, la Libertad
Política y religiosa, así como la familia como base de la sociedad.
Desde 1848 a 1853 Lacordaire
vivió en la Comunidad de la Orden de los Predicadores, en el Convento
de Saint Joseph des Carne, luego abandonó París para hacerse cargo
del Colegio de Sorense.
Lacordaire fue
Miembro de la Academia Francesa, es considerado el mejor orador sagrado
de Francia, falleció el 20 de noviembre de 1861.
Su verbo, su
pluma y su ejemplo de hombre cristiano comprometido con lo social ha servido de
modelo dentro del cristianismo social.